¿Qué es la misofonía?
La misofonía es una afección provocada por una fuerte reacción a sonidos y ruidos específicos. El nombre «misofonía» y su definición provienen de las palabras latinas «miso» (odio) y «phonia» (sonido). Esta afección no debe confundirse con la hiperacusia, que consiste en percibir ciertos sonidos de una forma anormalmente alta, y sentir incluso dolor físico al escucharlos. La hiperacusia y la misofonía son trastornos relacionados con una «disminución de la tolerancia al sonido».
No obstante, la hiperacusia es una afección en la que la información auditiva se percibe de forma insoportablemente alta, mientras que en la misofonía son los sonidos repetitivos o patrones de sonido los que se hacen intolerables.
Las personas con misofonía reaccionan al escuchar un patrón de sonido específico, como el ruido de masticar chicle, la tos, los golpecitos con un lápiz sobre la mesa, los estornudos, etc.
¿Cuáles son las causas de la misofonía?
La misofonía es un trastorno neurológico en el que los estímulos auditivos, y en ocasiones visuales, son malinterpretados por el sistema nervioso central. Se piensa que la causa de la misofonía no subyace en los oídos, sino en una disfunción del sistema auditivo central en el cerebro. No obstante, muchos detalles sobre la misofonía y sus causas siguen siendo prácticamente un misterio.
Aunque muchas personas han podido padecer hipersensibilidad auditiva y misofonía durante años, es en la década de los 90 cuando se llega a reconocer como enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de la misofonía?
Los síntomas de la misofonía, la reacción extrema ante sonidos específicos, suelen aparecer al final de la infancia, aunque pueden comenzar a cualquier edad. Lo habitual es que por primera vez la reacción la desencadene un sonido específico, y posteriormente, se van sumando más sonidos detonantes a la lista. Las reacciones a dichos detonantes pueden variar, desde evitación hasta irritación, pánico e incluso ira y agresión.
¿Existe una prueba para la misofonía?
¿Padece usted misofonía? ¿Existe alguna prueba para saber si alguien tiene esta afección? La respuesta breve es no, no es tan sencillo. La mejor manera de identificar la misofonía es a través de las reacciones del individuo a ciertos sonidos. El médico de cabecera u otro profesional sanitario puede llevar a cabo pruebas y comprobaciones individualizadas. Si la persona reacciona de forma exagerada a determinados sonidos, puede que padezca misofonía. A todos nos ocurre que consideramos desagradables ciertos sonidos, sin que ello signifique que tengamos misofonía. Sin embargo, algunas personas reaccionan de forma extrema. Por ello, siempre es una buena idea acudir a un profesional para averiguar si las reacciones fuertes a esos sonidos están provocadas por una misofonía.
Tratamiento para la misofonía
En la actualidad, no existe ningún tratamiento o cura para la misofonía. No obstante, el médico puede recomendar distintos tipos de terapias para poder sobrellevarlo. Aunque no sean tratamientos en sí, pueden ayudarle bastante a aprender a convivir con la misofonía. Asimismo, hablar acerca del problema que se padece puede ser de gran ayuda.
En Woo Earplugs encontrará tapones auditivos reutilizables que le permitirán disminuir la intensidad con la que percibe ciertos ruidos molestos, lo que posiblemente aliviará su malestar. Para ello contamos con varios modelos en diferentes niveles de reducción de ruido (16-36dB). Esto no reemplaza una visita con su médico de cabecera, pero es será una alternativa de bajo costo para intentar disminuir su malestar.
Vivir con misofonía
Mientras que algunas personas intentan enmascarar los ruidos detonantes de la fobia con música, otras personas simplemente los intentan evitar. Dependiendo de la gravedad, la misofonía puede llegar a tener consecuencias graves para el bienestar del paciente, que puede dejar de tener relaciones personales, de involucrarse en actividades sociales e incluso puede llegar a abandonar el hogar.
Las personas que padecen misofonía se sienten alienadas e incomprendidas porque se les suele tildar de histéricas o exageradamente sensibles. Es fundamental acudir al médico para que se pueda diagnosticar esta condición y demostrar que no es una invención.
Fuentes: www.dukescience.org/content/misophonia y www.misophonia-research.com